Tarta Guinness

Un nuevo experimento en mi cocina...
Hay muchas fuentes de donde recoger información sobre esta tarta y unas cuantas variantes en cuanto a algún que otro ingrediente, pero lo que la hace diferente es la cerveza negra. Debo decir que al principio no me creí que pudiera llevar eso pero después pensé: "si se hace pollo a la cerveza y queda buenísimo, cómo no va a quedar bueno este bizcocho con la cerveza negra??"

En fin, necesitaba una excusa para probarla y resulta que fué el cumpleaños de un amigo así que esa era mi oportunidad.

Es un bizcocho jugoso, suave en la boca y el chocolate (a pesar de que a mí no me gusta el mismo) le da un punto muy especial. La cerveza no se nota, para nada, así que he comprobado que los niños pueden comerla tranquilamente que no van a notar un sabor extraño: sabe a chocolate.
Esta vez humedecí el bizcocho con almíbar antes de envolverlo en el papel transaparente y llevarlo a la nevera. Fué buena idea, estaba súper húmedo cuando armé la tarta e inmejorable al probarla.

La receta original acompaña al bizcocho una crema de mantequilla y queso, se supone que se debe poner por encima del bizcocho, a modo de espuma de cerveza; pero yo lo hice a mi manera: utilicé el colorante Verde hoja de Wilton en distintas tonalidades para conseguir un efecto en degradé y así quedó:

Como pueden ver, no conseguí que quedara muy bien el efecto porque la crema de queso es muy  vulnerable al calor de las manos (y en consecuencia a la gravedad) y se fué cayendo... Les recomiendo que antes de comenzar a decorar con boquilla, lleven la crema de queso a la nevera por unos 20 minutos aproximadamente para que tome cuerpo y no se derrita toda.

 Desde arriba se veía mejor, lo sé...
Pero estaba buenísima y sobró muy poco...

Bueno, vamos con la recetuqui

Tarta Guinness

Ingredientes para el bizcocho:

•  250 ml de cerveza Guinnes
• 250 g de mantequilla sin sal
• 75 g de cacao en polvo sin azúcar (yo uso Valor)
• 300 g de azúcar (a mí me parece mucho azúcar, pero ya lo ven ustedes si lo dejan así o le quitan)
• 250 g de harina de repostería
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 2 y 1/2 cucharadita de levadura en polvo (polvos de hornear)
• 140 ml de nata 35% mg
• 2 huevos "M"

Preparación:

• En una olla calentar la cerveza (sin que hierva), apagar el fuego y agregar la mantequilla en trocitos y esperar a que se derrita. Reservar.
• Precalentar el horno a 180º C (350º F) y engrasar un molde alto de 20 cm o 3 de 18 cm.
• En un bowl, mezclar el cacao, el harina, el azúcar y la levadura en polvo.
• Batir los huevos, añadir la nata y la vainilla; batir hasta que esté todo bien ligado. Añadir la cerveza con la mantequilla que habíamos reservado integrándolos bien.
• Unir los elementos secos con los líquidos hasta conseguir una mezcla uniforme.
• Pasar la mezcla al molde. Hornear durante 50 minutos aproximadamente.
• Dejar enfriar unos minutos en el molde, luego pasarlo a una rejilla para que terminen de enfriarse. Llegado este momento, mojar con almíbar y envolverlo en papel transparente. Llevar a la nevera de un día para otro.

La crema de queso que utilicé es la misma que pueden encontrar en la receta de los cupcakes de red velvet, sólo que deben duplicar las cantidades. Les va a sobrar crema, así que les recomiendo que lean lo que ha explicado Bea de El Rincón de Bea para congelar los excesos de buttercream (en el tercer párrafo, para ser más exacta).

Bueno, espero que les haya gustado y que se animen a probarla.

El próximo post irá de Carnavaleeeeeeessss!!!! Hasta entonces!!

Besines!!!